miércoles, 18 de junio de 2014

1984

1984 es el año en que Orwell fechó el futuro. Para mi generación representa un solsticio. Después de unos 20 años en que progresivamente se ganaba en libertad, poder adquisitivo y diversión, comenzó la Era Gris Progresivo. A partir de 1984 cada año se ha bajado un escalón. Cada año más pobreza, más prohibiciones y más aburrimiento.

Los últmos años del antiguo régimen y sobre todo los primeros del nuevo los veo comparativamente como una Edad de Oro. Había vida las 24 horas, el dinero cundía y la libertad iba a más.

En 1984 un sueldo de 90.000 pesetas, equivalente a unos 1.500 euros actuales, daba a un soltero para tener coche, alquilar un apartamento o casa económica, hacer todas las comidas del día en la calle, ir diariamente a buen número de bares y discotecas, invitar... la vida nocturna bullía.

A principios de los 70 en Palma había múltiples sitios de ambiente. Ca'n Kent, un chalet de putiferio en Son Españolet, tan célebre que bastaba decir su nombre a los taxistas. Bares: Petit Pigalle, La Yedra, La Paleta, Sombrero, Sara's, Drugstore Mónaco, abierto 24 horas, Vegas, Aries, Yan, La Calobra, La Cuadra, La Cava, Cala Gat. En S'Arenal había el Claxon y el Zig Zag y en Ca'n Pastilla uno que se llamaba algo como la Púrpura Morada, de chaperío.
Por la madrugada se iba a comer; el drugstore, el Gurechoco y el Chigre me vienen a la memoria y había más.
Con la transición llegaron Dorian, Bacus, Drugstore Dumbell,Status, Milord, Why Not, Querelle, Capri, Yupi y Finalmente, celebérrimo local en Cala Mayor.
Las discotecas, la primera fué La Escafandra, reconvertida en Mykonos y en Gigoló, Men's, la mejor que ha habido, Dorian, Black Cat y Espartacus.

Apuntadores fué un hervidero con un ambiente muy mezclado con soldados y buscavidas. Recordemos al Boston Bill's, J&S, el Hostal, Ringo, La Luna, Bruixeries, Barcelona, Salado Río, Molino Rojo, La Oveja Negra, Ego, Club 71, Las Vigas.

La sauna Spartacus. Los primeros bares de sexo en la calle Verí. El Bronx y dos o tres más y la Tortuga Morada en Jaume Ferrer.

Todos los locales abrían diariamente todo el año, sin cerrar ni para día libre.

En los años 70, no se cuanto tiempo llevaban ya funcionando, los cines Arnau de Barcelona y el Carretas de Madrid eran orgías colectivas que el que no lo ha visto no lo puede imaginar. Dato curioso, el Carretas estaba enfrente de la Dirección General de Seguridad.
Las versiones palmesanas, mucho más suaves, eran el cine Actualidades y el Teatro Balear.

Y me he dejado mucha, mucha cosa en el tintero.
Ahora se cumplen 30 años del comienzo de un lento declive que ya veremos donde acaba. Lo celebraré el 1 de Enero.


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