sábado, 10 de octubre de 2020

Real Gomila 70s & 80s: #Servicios2.0 Participa y gana


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Ya en la cama y viendo la reposición nocturna de Cinc Dies, Liti Püttys se dice, en este programa la multitud de personas que aparecen son todas veraces y muestran tener las mejores disposiciones, en una palabra, son personas maravillosas. Recuerda seguidamente lo leído en el periódico sobre regeneración de la plaça Gomila. Piensa en el libro Gomila Viva 2034 y se dice, se debería crear un parque temático que recrease la Gomila de los 70 y los 80 para que así no caiga en el olvido y lo conozcan las nuevas generaciones. Ya en sueños le aparece un enorme espacio que luce un letrero que reza: Real Gomila 70s & 80s. Se recrean los locales de aquella época y junto al nombre aparece un panel que narra su historia. A Liti Püttys le llama la atención el bar Felipe's; su narración dice "este bar, de gran éxito, era frecuentado por turistas nórdicos, sobretodo jóvenes, hospedados en hoteles cercanos: El Paso, Fennoskandia, Aparsuit... Era una juventud sana, unos jóvenes que venían a la isla atraídos por su cultura, su gastronomía, sus iglesias, sus paisajes, sus puestas de sol... Eran fundamentalmente abstemios y practicaban el ciclismo, el senderismo..." El bar sirve un cocktail sin alcohol que supuestamente era la bebida estrella. Seguidamente observa un conjunto de locales que agrupan a los que frecuentaban los que en aquellos tiempos eran llamados "sarasas". Entra en el antiguo y emblemático Petit Pigalle; su panel explica "... en los años oscuros a este local acudía el colectivo para contarse las persecuciones, tropelías y abusos que habían sufrido por parte del régimen. Gran parte de la clientela era inglesa y que venían para informarse de la represión y regresar horrorizados a su país..." El empleado, una recreación de "la patata" cuenta "el bar estaba lleno todas las noches del año; no todos los turistas eran decentes, algunos venían buscando "turismo sexual" aunque puedo asegurar que nunca encontraron otra cosa que sana amistad. Como ejemplo, de como se era tenemos a "la patata" que fue llevado en una redada y decía que lo habían examinado y le habían dado un certificado de virginidad anal; en aquellos tiempos se creía que en el culo había un virgo; la bebida estrella del local era el medio whisky y ya que era caro los clientes pedían más hielo toda la noche, sin pretenderlo, por esta vía, aquí comenzo la sana costumbre de beber agua". La siguiente parada es la discoteca Men's que, de entre una larga descripción, destaco "este fue el primer local que tuvo cuarto oscuro, una amplia sala en donde diariamente se hacían encuentros de "Anales Anónimos" con el fin de combatir una compulsión verdadera pandemia en aquellos años..." . Entro en Papa Whisky, bar que era frecuentado por los primeros travestis y también por delincuentes. De su descripción me llama la atención: "a este local se acudía buscando la redención, uno de sus dueños ofrecía la Palabra y gracias a ello descubrían que el sexo sólo es líbre dentro del amor en pareja y la opción de la castidad cuando ello no es posible, también aquí hallaban el camino a la honradez y la decencia. Nunca droga alguna cruzó esta puerta". Una recreación de "La Galga" cliente de pro del bar me recibe con su lema "por dinero nunca me tendrás" y me explica: "un vecino y gran cliente, Marquesa, devoto de la Virgen de Acapulco y ejemplo viviente de la castidad y de la temperancia a muchos clientes redimió". Siguiente parada es Querelle, local que a diario ofrecía shows de transformismo. Un gran letrero advierte que por sus apariencias y vestimentas no se debe prejuzgar la orientación sexual de los artistas. En la descripción me fijo "... la clientela de este local fue pionera en abrir los ojos a la exaltación de la pareja como forma ideal y única de vida. En la parte delantera, cerca del escenario se sentaban las parejas y en la parte de detrás quienes buscaban pareja; desde esta posición podían deleitarse con la felicidad que cual aura exhaban las parejas. Nos consta que a ningún emparejado nunca se le vió dirigir a nadie una mirada improcedente y tampoco que en ocasión alguna hubiese puesto cuernos...". Dejo esta zona temática y me paso a la acera de enfrente. Entro en La Moncloa, un bar que estuvo de moda rabiosa entre jóvenes bien, de buenas maneras y que vestían de marca con elegancia. Para las chicas era "el lugar" para exhibir sus últimos modelitos. Leo en su descripción "... Tanto este local como sus clientes fueron adelantados a su tiempo; prácticamente no se fumaba ni se bebía alcohol. La clientela practicaba la vida sana: hacía deporte, comía saludable, iba al gimnasio, practicaba el footing, subía escaleras, seguía dietas y se acostaba a una hora decente; acudían al local para disfrutar de los smoothies que se servían, tener interesantes charlas, generaslmente sobre ecología, sostenibilidad, km0... y, si procedía, encontrar a su media naranja.También acudían, de manera más esporádica, quienes querían encontrar a quien les diese un buen consejo o consuelo y también quienes, cual a refugio, llegaban huyendo de amistades inconvenientes y de situaciones tentadoras que podían arrastrarles por el mal camino...". Veo el minúsculo local que servía un potente caldo y allí me dirijo a tomarlo. Quien recrea a la señora que atendía, con negra vestimenta, resulta ser el sabio que dijo "la verdad es una cosa muy bonita pero no hacía falta tanta". Mientras me pone el caldo me informa "la propietaria, gracias a venir a Gomila y coger este local se redimió de su anterior vida putil". Mi visita al recinto, le digo, me ha hecho recordar lo que años ha me dijo un varón catalán y director nada loca de hotel "tot el que senti ho posi a l'doble i a l'inrevés", me gustaría un comentario de tu reconocida sabiduría. Veo por donde vas, me dice, el pasado no puede ser modificado, los hechos acaecidos irremedablemente son los que son; su divulgación, interpretación y su narración son algo distinto, algo que se hace desde el presente, La cortesía, por ejemplo, es un convencionalismo conveniente para el que la verdad y la mentira son intrascendentes y que se subordinan a su buen fin. Verdades que puedan resultar inconvenientes, ofensivas a personas o a colectivos o puedan perturbar e incluso arrastrar al mal camino a almas sensibles e influenciables por el error, obviamente se deben evitar. Por encima de toda verdad está la mentira piadosa inspirada por el Bien, aunque para que resulte eficaz se debe vender y ser creída como como la Verdad, aunque en última instancia es cosa de cada uno el creerla o no.

Liti Püttys despierta suspirando ¡Ay la historia!

Los Sueños de Liti Püttys en http://bit.ly/antroom




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