Serenísima: discoteca convertida en Centro Cultural; siento felicidad ¿es normal?
Te contestaré aunque tengo la cabeza más pa allá que pa acá, ya que ayer me pasé de rosca en una despedida de hortera. Yo diría que normal es lo que así lo considera una gran número de individuos; podemos deducir entonces que tu felicidad es normalísima. Creo que te perdiste gran felicidad al no enterarte hace unos años que una discoteca se convirtió en gimnasio; una discoteca que con diferentes nombres duró años y en cuya última etapa tenía cuarto oscuro, sí, cuarto oscuro muy activo; lo recalco porque, perdona si me equivoco, creo que tu sentimiento de felicidad te viene mucho menos por lo del centro cultural y mucho más por el hecho de que desaparezca definitivamente un local que consideras foco de perversión; lugar sede de vicios, excesos, mamading, libertinaje, desenfreno, humo, bebida, otras, diversión no sana... abominable en un palabra. Para alegrarte el día te diré que la Pitonisa Ideal del CoSa augura un futuro en el que todos los locales serán centros culturales o de fitness o de wellness o de solidaridad o de comercio justo. Quizás tú sí, a mí no creo que me dé el tiempo para vivir ese futuro, sea como sea, habremos pisado esta tierra de promisión y visto florecer las primeras bellas plantas de un mundo beatífico.
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