miércoles, 9 de noviembre de 2016

La Historia de Apuntadores en Figapacola

Novela Figapacola en Apuntadores. Sigue los extractos completos según se escriben

Como se mentó al comienzo de nuestro relato, Taule fue encargado de coordinar la promoción de Figapacola mediante invitaciones que harían distintos emprendimientos en la zona al tiempo que promoverían sus propias actividades.
Por lo cual se reunieron los responsables de ellos con Taule y su grupo en el local La Oveja Negra y decidieron dividir el territorio en cinco secciones por las que irían rotando semanalmente los grupos.
Empezarían en tres días, durante los cuales los integrantes de La Oveja Negra, al ser conocidos en la zona, visitarían los locales y prepararían el terreno.
Taule visitaría Jaime Ferrer y Sant Joan. Maestro Metias, Plaça La Reina y el primer tramo de Apuntadors. Tomma, el segundo tramo de Apuntadors. Demeter, Valseca y Antoni Maura. Lic. Federico, Plaça Atarazanas. Plotina, izquierda de Sa Llotja y Condesa, derecha de Sa Llotja. Esta distribución incluía, por supuesto, las calles adyacentes. En conjunto un gran número de restaurantes y bares.

Una vez ya todo decidido se pasó a una conversación informal, mientras se daba buena cuenta de cubalitros, como no, de Figapacola.
Al ver el interés que mostraban por saber cosas del pasado y de como se había generado lo que había, Tomma dijo:

- Yo os puedo hacer un resumen desde los años 70 y daros también mi versión de lo ocurrido.

- El eje y nombre por el que era conocida la zona era Apuntadors. Toda la calle eran bares y restaurantes, en las calles vecinas también los había pero desperdigados...
Los bares dejaron de vender de esa manera, se pasó a servir raciones y bebidas grandes, lo que fue el fin de esta costumbre.
Los menús del día, que estaban a un precio que permitía que mucha gente los comiese a diario, hoy día imposible para un sueldo normal, constaban de tres platos y postre e incluían beber el vino que querías más gaseosa.
El éxito grande fue posteriormente para bares en plan bebida y música, y sin dobles puertas ni insonorizaciones. Todo al contrario de ahora, las puertas estaban abiertas y había un gentío en la calle, especialmente la tarde del domingo.
Con la llegada del caballo, al igual que pasó en Gomila, la zona se degradó.
Fue la apertura de un bar inimaginable, Ábaco, que atrajo...
Es curioso que fue cuando la calle dejó de ser un lugar de fiesta para pasar a ser sitio de restaurantes, cuando empezaron las protestas vecinales por el ruido.
Me contaron que fue una persona que se mudó a la zona la que empezó a protestar y a recoger firmas entre los vecinos y a instigarlos a que protestaran y pusieran sábanas con eslóganes en los balcones, vamos, con si se tratara de una agitadora profesional. El primer sitio en Palma en donde creo ocurrió esto. Cuando Apuntadors era un verdadero jolgorio nunca oí hablar de protestas de los vecinos.
El ruido se ha convertido ahora y en todas partes en un problema de primera magnitud.
Se ve que al "comer" menos el oído se vuelve más sensible, ja, ja, ja.

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