No hay más propuestas. En lo de tener ideas, Melania y Amanda son dos ceros a la izquierda.
Leny tiene la cabeza llena de amoríos y de preocupación por su cuerpo y no le da para más; entre otros líos sentimentales está sufriendo una "irisforia" de primera clase (Irisforia o Enamorsin, es el enamoramiento hacia alguien que no quiere sexo contigo, siendo precisamente el detonante del enamoramiento dicha ausencia de sexo. Vocablos creados por el autor) y a Pitaco sólo lo motiva lo para él sublime.
Melania por su parte va al igual que ayer va a invitar a los negocios vecinos de la calle Cotoner: The Room, Restaurante Bros, Restaurante Essencia Gourmet, Restaurante Tártaro, Restaurante Peruano Sumaq y Bar Pototeo.
Helen nota a Amanda muy cambiada. Especialmente le llama la atención su lenguaje soez hablando de sexo.
Se divorció al enterarse de que su marido tenía un querido. Ella creía que era un amigo con el que él compartía aficiones y que comía con ellos muchas veces. Un día los pillo en la cama funcionando. Para ella fue un shock, pues no podía haber imaginado que una cosa así fuera posible. Que su marido pudiera hacer de mujer.
Su segundo matrimonio no llegó a los dos años y el caso fue aún peor, su marido padecía de obsesión sexual y se gastaba todo el dinero en prostitutos. Al darse cuenta de su comportamiento anómalo y de las excusas que le ponía para justificar el estar sin un duro, Amanda pidió dinero a su madre para contratar un detective.
Ahora, dice Amanda, quizás hubiera reaccionado de manera distinta ya que mis dos maridos se portaban muy bien conmigo y me mostraban afecto, al contrario de lo que les pasó a amigas mías cuyos maridos eran neuróticos, de esas personas tóxicas que buscan tener una pareja para tener a quien martirizar.
Dentro del local Frau Federica hablando con un cliente habitual del bar se entera de que Jimmy el transformista (personaje real, muy conocido en Palma y muy popular en la barriada), va con frecuencia por allí.
Ella con dieciocho años lo conoció, cuando Jimmy, allá por los años setenta después del cambio de régimen y en plena gloria de Gomila, debutó en la discoteca Tiffany's, local que es hoy un gimnasio, el Vital Sport Gym. Una parábola del signo de los tiempos. Las discotecas convertidas en gimnasios.
Melania por su parte ha tenido un momento de gran emotividad. Un parroquiano del bar de toda la vida le ha recordado a dos grandes amigos suyos que solían ir por allí. Hace ya años, recuerda Melania, que los dos disfrutan de la gloria. Al más mayor, guiri, lo llamaba "el Sr. Mad" y al otro por su apellido, Marqueza.
El Sr. Mad y Marqueza conformaban un dúo singular que daba la nota y a menudo el escándalo por donde iba. Estaban todo el tiempo discutiento tal como El Gordo y El Flaco. Su atuendo, siempre elegante y demodé, incluía sombrero de los años 30 y bastón. Eran un show en los autobuses...
Con una cierta nostalgia piensa Melania que ya no quedan personajes así. Ahora todo es parecido y de tonalidad gris. Se apagaron los fulgores de antaño. Los tiempos en que, con o sin dinero en el bolsillo, la noche nunca acababa.
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