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jueves, 24 de julio de 2014

500 Metros Sin Verguenza


Por lo visto muchos mandantes considean una verguenza una zona dedicada a la fiesta juvenil.
No puede ser que ignoren que en todos los tiempos la fiesta ha significacado ruptura de lo cotidiano, embriaguez, desenfreno y sexo.

Un negocio uno lo enfoca a lo que le parezca más rentable y conveniente y si se equivoca paga las consecuencias. Aunque en el caso de los mandamases, si se equivocan, no son ellos sino otros los que pagan los platos rotos.
Nunca se ha hecho un estudio de cuanto cuesta la ineptitud administrativa, pero seguro que saldría más barato tener a muchos a todo estar en un hotel sin hacer nada que metiendo la pata.
Por esta via se podrían llenar hoteles con "clientela de calidad".

Si un dirigente quiere anteponer sus principios morales ante todo quizás se tendría que plantear si no está en el sitio equivocado y el adecuado sería una catequésis o un convento, preservado de los desvaríos del mundo.

Ante todo hay que ser positivos y, en lugar de pregonar 500 metros de verguenza, publicitar y señalar en el mapa los innumerables trozos de 500 Metros Sin Verguenza, es decjr, en donde no viva alguien involucrado ni haya ocurrido un hecho contra "la higiene democrática" como corrupciones, desfalcos, prevaricaciones, sobornos, comisiones, chanchullos, amaños, apaños, clientelismos, amiguismos, prebendas, favoritismos, recalificaciones torticeras, enchufismos y demás diabluras por el estilo.


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